Más de 25 siglos de intenso esfuerzo para encontrar una definición que dé razón integral del ser humano y después de tanto tiempo tenemos que decir con Scheler que nunca como este momento sabemos tanto del hombre y nunca como ahora sabemos menos de él. El ser humano se resiste a entrar dentro de toda definición que consista en reducirlo a alguno de sus aspectos, como racional, político, lingüista, estructura¡, social u otros. Sería reductivo y frustrante para la persona enclaustrante dentro de estas definiciones, pues para hacerlo tendría que renunciar a su carácter trascendente, tendría que renunciar al Acto que lo constituye en lo que es: persona. Que importante es entonces, al y trabajar con el dolor, la vejez y la muerte que el concepto de dignidad con el que nos acerquemos a la persona sufriente, infunda esperanza que no provenga de la experiencia real de la presencia de Dios en nuestro espíritu, esto es, experiencia de mi filiación divina, es sencillamente una falsa esperanza que vacía de contenido la vida dejándola sin sentido, dirección ni significado.
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Dejando Huella 